Jardines (El Origen)

Bienvenidos al Palacio de la Isla de Burgos, un edificio emblemático de la capital burgalesa con una singular historia que da comienzo a finales de siglo XIX y que tuvo a Juan Muguiro y Casi, abogado y banquero madrileño de origen navarro, como impulsor. Fue Muguiro quien en 1881 adquirió una parcela en la capital burgalesa con la intención de erigir una residencia de verano para disfrute de su familia. Son aquellos momentos de expansión urbana y crecimiento económico, con la ciudad experimentando un importante desarrollo en el aspecto urbanístico que coincide en el tiempo con el periodo político conocido como Restauración, con la alternancia en el poder del Partido Conservador, dirigido por Canovas del Castillo, y el Partido Liberal de Sagasta.

Muguiro compró a María Urbana Rojo, vecina de Burgos una finca ubicada en el Paseo de la Isla. Una vez firmados los documentos de compraventa, su abogado, Juan García Sierra, solicitó al Ayuntamiento el correspondiente permiso de construcción, concedido en 1882. Ese mismo año comenzaron las obras de construcción sobre una parcela de 13.000 metros cuadrados, aunque la edificación de los elementos exteriores al recinto principal se retrasó varios meses. En diciembre de 1883, las obras estaban concluidas y un año después finalizó la construcción completa con el cerramiento de muros, cuadras y cocheras ubicados a la entrada a la finca. La construcción respondía a la moda social del momento, marcada por el deseo que mostraban las clases acomodadas de edificar grandes casonas por todo el norte del país para respirar el aire fresco que, por aquel entonces, comenzaba a escasear en las grandes capitales.

La historia del Palacio de la Isla comienza a contar a partir de entonces, cuando una vez concluidas las obras, el matrimonio Muguiro y sus nueve hijos vienen a instalarse en las dependencias de un palacio compuesto por cuatro pisos en los que se distribuían las distintas habitaciones, un sótano, varias bibliotecas, un cuarto de fumar, un salón de recepciones, una capilla y otras dependencias destinadas a albergar al servicio. Era un palacio de ensueño. De estilo romántico, con influencias neogóticas, se asemejaba a los grandes castillos ingleses de la época. En poco tiempo se convirtió en la envidia de los vecinos de Burgos y en el reclamo de las familias más importantes de la ciudad y de todo el país.

Antes de seguir adelante, vamos a detenernos en la figura de Juan Muguiro y Casi, impulsor de esta construcción. Hijo de Juan José Muguiro e Iriarte y María Antonia Casi y López, nació en San Sebastián el 16 de junio de 1853. El menor de cinco hermanos estudió Derecho pero ejerció sobre todo como banquero, dedicándose profesionalmente a las finanzas. Contrajo matrimonio con su prima, Francisca Muguiro y Cerrajería, con quien llegó a tener nueve hijos. Miembro del Partido Conservador, el destino quiso que en 1891, solo ocho años después de que finalizara la construcción de su vivienda, las circunstancias hicieron que el futuro rey de España acabara pasando por su casa.

El terrible accidente ferroviario ocurrido el 23 de septiembre de 1891 entre las estaciones de Burgos y Quintanilleja, cuando chocaron frontalmente dos trenes que dejaron un saldo final de 15 fallecidos y 28 heridos, obligó a la entonces reina Regente, María Cristina de Habsburgo, a desplazarse a Burgos. Acompañada de su hijo de cinco años Alfonso, futuro Alfonso XIII, y de las infantas María de las Mercedes y María Luisa, asistieron a una misa de ‘requiem’ en la Catedral. El entonces casi recién estrenado Palacio de la Isla fue el lugar donde se quedaron durante su estancia en la ciudad, invitados por la familia Muguiro.

Los anfitriones se desvivieron en atenciones con la Familia Real, llegando a gastar cerca de 6.000 reales de la época en violetas para adornar el palacio con las flores favoritas de la reina. Como agradecimiento, Juan Muguiro fue condecorado poco después con el título de ‘Gentilhombre de Cámara’ de Su Majestad el rey Alfonso XIII. Fueron años de recepciones, fiestas y encuentros en una mansión de recreo desde la que los Muguiro tuvieron la oportunidad de ser testigos de la entronización de Alfonso XIII, de la llegada al poder del general Primo de Rivera y de la proclamación, el 14 de abril de 1931, de la II República. Años convulsos que se llevaron la vida del fundador de la mansión, Juan Muguiro y Casi, que moría en 1917.

Exposición Galaxia Crítica

Los jardines del Palacio de la Isla son escenario frecuente de la programación de distintas actividades culturales, especialmente en los meses de primavera y verano. El Instituto Castellano y Leonés de la Lengua utiliza este extenso espacio ajardinado como equipamiento cultural, facilitando así la posibilidad de disfrutar de música en directo, de asistir a representaciones teatrales, a sesiones de cine al aire libre, a talleres divulgativos, a exposiciones y a otras propuestas de carácter cultural. Sus grandes dimensiones, la adaptabilidad que ofrece a la hora de servir de escenario, su amplio aforo y su excelente acústica hacen de estos jardines un recurso cultural de primer orden, perfecto para desplegar distintas propuestas, especialmente cuando las condiciones atmosféricas lo permiten.

En este momento, el público que pasee por estos jardines se va a encontrar con los retratos literarios que conforman la exposición fotográfica ’Galaxia Crítica’. Se trata de un homenaje a la mejor literatura de Castilla y León de las dos últimas décadas y a sus protagonistas. El fotógrafo burgalés Asís Ayerbe se ha encargado de seguir a los escritores ganadores del ‘Premio de la Crítica de Castilla y León’ y de inmortalizarles en curiosas fotos artísticas de grandes dimensiones.

El Premio de la Crítica de Castilla y León es el reconocimiento literario que el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua creó en 2003 para reconocer la calidad de un libro de un autor nacido o vinculado a la Comunidad. Una veintena de rostros de escritores que han dejado su sello personal en la literatura de la Comunidad reciben el visitante en un recorrido que se extiende por ambos lados del palacio. Una invitación a pasear por un espacio tranquilo y a conocer también un poco mejor a aquellos escritores que se han convertido en referencia de la mejor literatura de esta tierra.

Además, unos paneles instalados con carácter permanente en el muro izquierdo representan los principales hitos de la provincia de Burgos en la investigación de orígenes del español. Un pequeño recordatorio con los enclaves básicos para entender el mapa de los orígenes del español que el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua está perfilando desde hace años con trabajo e investigación constante.