El documento leonés conocido como nodicia de kesos no es, en principio, más que un breve apunte en el que el despensero de un monasterio situado cerca de León anotó, los quesos que había gastado. Esta nota es muy probable que se escribiera en el 974.
En la nodicia de kesos lo que se impone en un romance solo ligeramente velado en ocasiones por ciertas grafías pseudolatizantes. Aunque algunas palabras recuerden al latín la lengua que late tras estas notas escritas por el despensero del monasterio es el romance usual en el área leonesa hace más de mil años.