Palabras de la Infanta

S.A.R. la infanta Doña Elena presidió el siete de abril de 2000 en el Monasterio de Santo Domingo de Silos el acto solemne de constitución de la Fundación Instituto Castellano y Leonés de la Lengua con las siguientes palabras:

Con gran satisfacción volvemos a Castilla y León, esta vez para compartir con todos ustedes un acontecimiento tan importante como la firma del Acta Fundacional del ‘Instituto Castellano y Leonés de la Lengua’. Esta Comunidad Autónoma y todos los castellanos y leoneses confirman con este acto su vinculación con el idioma y manifiestan, una vez más, su firme voluntad de trabajar en su cultivo y desarrollo. Sea, pues, bienvenido este Instituto al caudaloso río y la prestigiosa compañía de las academias, instituciones y entidades que en el mundo hispanohablante dedican sus esfuerzos al estudio y difusión del español  en el concierto mundial y en el ámbito de las nuevas tecnologías de la comunicación. Se ha dicho aquí, con razón, que el idioma es el mayor tesoro patrimonial de esta tierra, desde que la novedad y claridad del castellano le impulsaron hacia un horizonte universal, primero en la nueva Castilla y Andalucía, luego en toda la península, Italia y los países europeos en los que fue signo de prestigio, y desde luego en la ancha América del otro lado del mar.

Una lengua que es nervio y soporte de una cultura integradora, que no necesita imponerse pues crece más cuanto más se comparte. Estos claustros de la Castilla que el Poema de Fernán González definió como ‘pequeño rincón’, y donde se redactaron las Glosas Silenses, son lugar especialmente adecuado para rendir homenaje a nuestra lengua común, hermana mayor de todas las Españas. A la sombra simbólica del ciprés de Silos, venimos a compartir la ilusión y esperanza con que arranca esta fundación, deseándole que fructifique en múltiples actividades y se distinga en la tarea de impulsar nuestro idioma, y con él los lazos de afecto y solidaridad que unen a cuantos lo hablan en España y en el mundo. Termino expresando mi felicitación a los fundadores de este Instituto, y a las instituciones y entidades públicas y privadas que han hecho posible su creación, animándoles a llevar a cabo con dedicación y entusiasmo su trabajo.