El escritor burgalés José Antonio Abella clausuró el domingo, 5 de mayo, la ‘I Feria de Editores de Castilla y León ‘Editantes’, encuentro que durante cuatro días ha reunido en el Palacio de la Isla, sede del Instituto Castellano y Leonés de la Lengua a una veintena de editoriales de la Comunidad.
Abella, ganador del Premio de la Crítica en 2014 con su novela ‘La sonrisa robada’ (Isla del Náufrago) y finalista en la convocatoria de 2024 con ‘El corazón del cíclope’ (Menoscuarto) reconoció las dificultades que encuentran muchos autores veteranos que no han obtenido el reconocimiento a su trabajo por parte los grandes grupos editoriales, que apuestan por el trabajo de jóvenes autores y primando el interés comercial en detrimento de la calidad narrativa y literaria, discriminando a escritores con más de 60 años. Ante un público entregado y fiel, el también médico y escultor burgalés recordó las dificultades que tuvo que afrontar cuando decidió asumir la edición ‘La sonrisa robada’ ante el rechazo con el que su manuscrito fue recibido por distintas editoriales a las que ofreció el texto.
En el encuentro mantenido con Jesús Bustamante, periodista del Instituto Castellano y Leonés de la Lengua, reconoció ante el público que su trabajo como editor le permitió conocer facetas diferentes del trabajo y entender las dificultades que entrañaba el hecho, por ejemplo, de querer prescindir del distribuidor. La decisión que adoptó de dejar de presentarse a certámenes literarios, sus discrepancias frente a los métodos de las grandes editoriales y de su renuncia a la calidad primando títulos más ligeros pero de consumo mayoritario y sencillo fueron cuestiones que abordó durante su intervención.
Igualmente, tuvo tiempo para compartir con el público detalles de su nuevo libro ‘Cáncer Imperator’ (Valnera), publicado hace solo unos días, en el que aborda la lucha que su cuerpo mantiene para mantener a raya el cáncer que padece desde hace años. Se trata de un diálogo directo con la enfermedad, en el que expone de forma literaria y filosófica su convivencia diaria y las enseñanzas que la dolencia le aportan como lección de vida.
La jornada de clausura se complementó con la presencia del autor madrileño Juan de Oñate, que acudió a presentar su libro El efecto Peruggia (Lastarria y de Mora), novela en la que relata el robo de la Gioconda y se acerca al fenómeno de las falsificaciones en el mundo del arte.
Durante cuatro días, el Palacio de la Isla de Burgos ha acogido en quince casetas instaladas en los jardines una veintena de editoriales integradas en el Gremio de Editores de Castilla y León y alguna externa invitada. Además, se han celebrado mesas redondas, talleres didácticos, lecturas y firmas de libros. La exposición literaria ‘Ciertos descubrimientos’, con fotografías de José Ramón Vega y textos de Tomás Sánchez Santiago, ha servido de complemento a cuatro días de actividades literarias.
