Pizarras Visigodas
Las pizarras visigodas halladas en Ávila resultan una pieza clave para determinar el origen del castellano. En ellas se recogen documentos de compra-venta, documentos notariales, listas con nombres de campesinos, textos litúrgicos, transacciones comerciales y cartas. También se aprecian palabras sueltas y textos, que reflejan el habla real del siglo VI y VII.
Hay recogidas más de 230 pizarras escritas que proceden principalmente de Ávila y Salamanca, aunque también hay de León, norte de Extremadura y la parte portuguesa del Duero.
Estas pizarras contienen claves esenciales para el idioma castellano, ya que a pesar de estar escritas en latín vulgar, se pueden apreciar palabras romances y una primera estructura de una frase romance, en la que que aparece el sujeto, el verbo y el predicado, a diferencia de la típica elaboración latina.
La profesora Isabel Velázquez Soriano refleja en su obra Las pizarras visigodas (Entre el latín y su disgregación. La lengua hablada en Hispania, siglos VI-VIII), cómo esos documentos ofrecen un testimonio de la sociedad de la época, así como su cultura, economía y forma de vida. Este libro fue realizado en colaboración del Instituto Castellano y Leonés de la Lengua y la Real Academia de la Lengua Española.