Estudio
1. ESTUDIO CODICOLÓGICO
El Becerro Gótico de Valpuesta es un códice de tamaño cuarto, formato por 117 folios incluyendo folios propiamente dichos, algunos fragmentos de folios y tres documentos sueltos originales.
La encuadernación del códice es moderna y está realizada con tapas de cartón cubiertas por una piel tintada en beis y dos correíllas de cierre. Las dimensiones del códice encuadernado son 260×190 mm y 65 de lomo, que lleva un tejuelo granate con el teto en letras doradas: IGLESIA DE VALPUESTA.
El análisis de la composición del manuscrito es complejo a causa de la arbitraria documentación que tiene el códice , que intercala los cuadernos visigóticos y los carolinos; fragmentos, folios sueltos u originales a menudo van insertos en cuadernos con los que no tienen relación alguna; incluso hay un cuaderno formado por la unión de dos cuadernos de dimensiones completamente diferentes. Hay que tener en cuenta que algunos copistas hacen espacios.
Cuaderno I (ff. 1-7)
El primer cuaderno es un cuaternión que ha perdido su primre folio. Ese primer folio perdido formaba parte aún del códice cuando Pérez de Valdivieso lo copió, porque huecos dejados en blanco en el Becerro Galicano coinciden precisamente con las manchas de humedad del folio 1 del Gótico
Cuaderno II (ff. 8-14)
El cuaderno II es otro cuaternión, que en esta ocasión ha perdido la segunda mitad del bifolio central.
El folio que falta tal vez ya no estaba cuando Pérez de Valdivielso lo copió, por lo que, al ver probablemente que el diploma estaba incompleto, optó por trasladar el de los folios 73-76. La imitación de algunas iniciales adornadas a lo largo del texto y, como se puede ver, de los signos y monogramas de la validación induce a pensar que, como hemos dicho, el autor del Galicano no tomó como modelo el documento de los folios 11 v-12v.
Cuaderno III (ff. 15-25)
La estructura de este tercer cuaderno es algo más compleja. Estamos ante un cuaternión al que se le ha añadido un pequeño documento original (el 20bis), un bifolio (21-22, con dos diplomas, que ya habían sido copiados en esta primera parte del Becerro) y un folio suelto (23, con otro documento).
Cuaderno IV (FF.26-29)
Está compuesto por un bifolio (26-28) al que se la ha insertado el folio 27 y se le ha añadido el 29. El autor es el escriba V3, la mano que más problemas ha causado para su identificación por intervenir en varios cuadernos a lo largo de un espacio temporal (desde 1012 a 1070) y por variar con frecuencia el módulo de su letra
Cuaderno V (ff. 30-34)
Lo forman dos bifolios (30-34 y 32-33) entre los que se ha insertado con una pestaña el folio 31.
Este cuaderno es el primero del códice escrito en carolina, escritura que encontraremos también en el VI, VII Y XI, así como en parte del XVI.
Cuaderno VI(FF. 43-48)
Este cuaderno es un cuaternión, pero los folios 37-40, que tendrían que conformar un binión, están sueltos.
El folio 39r está en blanco y el 38v tan solo se escribieron dos líneas. La única mano que participa en él es C1.
Cuaderno VII (ff. 43-48)
Estamos ante un binión al que se le han añadido dos folios sueltos: uno en el centro y otro al final.
La conservación del pergamino es buena. La preparación de los folios 43-47 es la habitual de pinchazos de guía en el margen exterior, pautado horizontal y en este caso, como excepción, triples líneas verticales de justificación. Entre los folios 47 y 48 hubo otro más, lo que explica el hecho de que en el Galicano se hallen copiados tres documentos que faltan en el Gótico.
Cuaderno VIII (ff. 49-56)
Es un cuaternión que ha perdido su último folio y al que se le ha añadido cuando se encuadernó por error el folio 49, que acabamos de decir que está relacionado con el último folio del cuaderno anterior.
Obviando este folio, el cuaderno se inicia con las dos últimas líneas de un documento perdido.
Cuaderno IX (ff. 57-60)
Los folios 58-60 forman un bifolio, al que se le han añadido dos folios sueltos: el 57 y el 59. El último documento del cuaderno VIII es una donación de Endura y su mujer, cuya parte final ha de continuar en este cuaderno IX. En el margen inferior del folio advierte de que dicho diploma “prosigue al fol. 58 y fol. 59”.
Cuaderno X (ff. 61-63)
Este cuaderno no está formado simplemente opr un bifolio (62-63) y un folio suelto (62). El pergamino está bien conservado. La mitad inferior del 61v fue borrada intencionadamente, lo que nos ha imposibilitado la lectura de algunas palabras.
Salvo la parte final del folio 63 v, cuya redacción corrió a cargo de V9, escriba que fechamos hacia el año 1070 y del que solo contamos con esta intervención, el resto del cuaderno es obra nuevamente de V3.
Cuaderno XI (ff. 64-69)
El cuaderno es un ternión al que en su parte central se le han cosido con cartivanas de pergamino dos folios sueltos: el 66bis y el 66ter.
Del folio 66ter se ha podido comprobar que este pergamino estaba suelto o se hallaba encuadernado entre los folios 29-30, iniciando el primero de los cuadernos en escritura carolina. Al dorso está escrita la palabra “suam” con signo general de abreviación y en visigótica; y asimismo unos signos que no se corresponden con el alfabeto latino y que no hemos sabido interpretar.
Cuaderno XII (ff. 70-72)
Este cuaderno recoge otra copia del privilegio del rey Alfonso a la sede de Valpuesta. Está formado por un bifolio 71-72, y un folio suelto (70)
Hay un error de interpretación en el nombre de uno de los testigos que deja claro que una de las copias sirvió de modelo a la otra. Se lee “comes Mitro” (donde suponemos opndría Álvaro).
Cuadernos XIII (ff. 73-81)
Abarca desde el folio 73 al 81. La continuidad de prácticamente todos los documentos de un folio a otro y el hecho de que el 73r así como el 81v estén en blanco pueden hacer pensar que estamos ante un cuaternión independiente, pero la realidad es distinta, ya que estamos ante un cuaderno mucho más complejo.
Cuadernos XIV (ff.82-89) y XV (90-92)
Contemporáneo al cuaderno XIII son los cuadernos XIV y XV, que abarcan los folios 82-92 del manuscrito, y en los que se recogen 12 documentos, referentes al monasterio de San Pedro y San Pablo de Buezo de Bureba. Todos fechados en el año 950y fueron copiados por el escriba V17, cuya escritura hay que daqtarla a mediados del siglo XI.
Cuadernos XVI (ff. 93-108)
La estructura del cuaderno es más compleja, ya que nos encontramos ante un cuaderno inserto en otro, a los que además se les ha añadido un documento original doblado como un bifolio.
Cuaderno XVII (ff. 109-113)
El cuaderno 17 comprende los últimos folios del manuscrito, en concreto , desde el folio 109 al 113.
A pesar de haber sido restaurados con injertos, su estado de conservación sigue siendo pésimo ya que los bordes de todos los folios o han desaparecido o están muy deteriorados y en muchos de ellos las manchas de humedad han ocasionado el desvaimiento de la tinta.
2. ESTUDIO PALEOGRÁFICO
El Becerro Gótico de Valpuesta muestra una complejidad muy alta en el análisis paleográfico. Se detectan un total de 34 manos que intervienen a lo largo de los 117 folios (de los cuales 14 páginas están en blanco); algunas manos escriben varios folios , pero otras solo unas pocas líneas.
El estudio se hace a través de la reunión facticia de varios cuadernos y folios que andaban sueltos por el archivo de la Colegiata a finales del siglo XII, como libro vivo, siguió recibiendo nuevas anotaciones de carácter documental en los múltiples espacios en blanco que tenían los cuadernos y folios sueltos que se habían encuadernado.
Uno de los puntos importantes de la investigación es la de señalar que el Becerro Gótico no tiene solo los tres originales que desde siempre se habían localizado (doc. 37, año 966, abril, 1, f. 77; doc. 53, año 1044, f. 20bis; y doc. 87, año 1093, diciembre, 18, f. 101v-102r). Entre los cuadernos XIII y XVII, se encuentran piezas de la segunda mitad del siglo X que tienen todos los requisitos para ser consideradas originales; algunas se redactan en el desarrollo de un proceso judicial , los cuales se escriben para que conste haberse cumplido ciertas formalidades judificales y dejan de tener valor en el momento que se da por concluído el proceso.
Criterios individualizadores
Las letras son reveladoras, la “g”, la “z”, forma poco usada en el mundo clásico latino, pero frecuente. Las letras mayúsculas son un punto diferenciador. En la época alto y plenomedieval no están tan canonizadas como las minúsculas y los escribas recurren a soluciones tomadas de la capital clásica romana, de la uncial y de la propia minúscula visigótica pero agrandando las formas. La comparación de determinados escribas descarta la posibilidad de que nos encontremos ante una única mano.
Denominación a los escribas del Becerro Gótico
Hasta 34 manos diferentes (22 visigóticas y 12 carolinas) Cuando se habla de V13 se refieren al copista visigótico que ocupa el número 13 según el orden de su primra aparición en el manuscrito. En concreto, en el tan citado documento de la fundación de Valpuesta por el obispo Juan, y V21, el redactor de dos conditiones sacramentorum de los años 911 y 919, que reúnen todos los requisitos para considerarlas originales.
3.ESTUDIO DIPLOMÁTICO
Tipología de los documentos
La singularidad del Becerro Gótico es el escaso número de documentos reales o de alta nobleza copiados en el Becerro, que debían ser solo una parte de lo que existieron. Es la primera nota distintiva del Cartulario Gótico de Valpuesta y asimismo del Galicano.
El cartulario puede ser entendido como el archivo de una institución, aunque concebido éste en los siglos alto y pleno medievales de manera diferente a como lo hacemos en la actualidad. Solamente se copian en él los documentos que las catedrales y los monasterios han recibido y que trasladan en forma de copia al libro-archivo para, sobre todo, preservar con mayor seguridad los derechos y posesiones acumulados, pero también para distinguir el nombre y ensalzar la memoria de los promotores y más insignes dotadores.
Documento real
No hay rastro de las donaciones, concesiones graciosas o de mercedes al monasterio de reyes que no fueran Alfonso II o de algunos noblres que hicieran entrega al cenobio de parte de sus bienes.
En el cartulario gótico primero y en el Galicano después se copia un diploma apócrifo intitulado por Alfonso II. El privilegio, que también ha sido llamado Fuero de Valpuesta, contiene un triple negocio jurídico, a saber: la confirmación de la creación del obispado de Valpuesta por el obispo Juan, una donación y, en fin, la concesión a la iglesia de un fuero propio.
Documentos episcopales
La fecha que se dio al documento de Alfonso II es la misma que porta el documento fundacional, igual que ocurre con el diploma del monarca asturiano, se ha escrito mucho.
En lo que atañe a la estructura textual es un diploma complejo, en el que tras la invocación verbal y la intitulación, no encontramos destinatario alguno, salvo que queramos entender que la dirección se encuentra implícita en la larga exposición, a la que sigue una disposición de la que se deduce que el obispo dona sus bienes a Valpuesta. No es desconocido el hecho de que los obispos donen sus bienes a instituciones. Citamos dos ejemplos: los del obispo Cixila, que el 5 de noviembre del año 927, entrega al monasterio de San Cosme y San Damián de Abellar, que él mismo había fundado, sus libros y objetos de la liturgia así como el ajuar de un lecho. Y Cocomo él, el obispo Fruminio, el 5 de marzo del año 874, donó a Santa María y San Cipriano de León diferentes objetos litúrgicos, así como una serna junto al río Porma y diez vacas.
La cuestión de la data en le documento de Juan es idéntica a la que afecta al odcumento real de Alfonso II. Hay que reiterar lo expuesto para el caso del diploma real: resulta inútil todo intento de ajustar o derivar la estructura del diploma a un patrón por el hecho mismo de la falsedad.
Los documentos de otros autores
Son los documentos que intitulan las personas privadas y contienen negocios de derecho privado los que, más allá de la escasez de los intitulados por los obispos y por el rey Alfoso II (EL 5% DEL TOTAL), conformen el carácter singular del Becerro Gótico de Valpuesta.
Entre los documentos de Santa María de Valpuesta intitulados por personas privadas que testimonian negocios de derecho privado, excluidos los de Buerzo, encontramos sobre todo donaciones y ventas pero también alguna permuta, un contrato de reparación de iglesia, juramentos y nombramientos de fiadores.
Donaciones
Hay que distinguir entre donación y traditio por un simple recurso metodológico, para separar la entrega de bienes que encierra la donación y la entrega personal que supone la traditio. Se han contabilizado 37 donaciones en el Becerro Gótico, de las cuales
Los documentos falsos
Los dos más antiguos, el fundacional del obispado por el obispo Juan y el privilegio de Alfonso II, ambos situados en el año 804, son aflsos con toda seguridad.
En cuanto a la falsedad de algunos diplomas valpostanos, la nónima se ha reducido a tres: el fundacional de Juan, el privilegio de Alfonso II y la donación del obispo Fredulfo de sus bienes a Alcedo.
La razón para estas falsificaciones, en especial las dos primeras se ha encontrado en los momentos de crisis que vivió el obispado en el siglo XI, ya durante el domino navarro cuando fue incorporado como un bien más a la sede Nájera-Calahorra, ya durante el período de anexión, bajo Alfonso VI, al obispado de Oca-Burgos.
Cronología
Es sabido desde la Edad Moderna que los documentos de Valpuesta presentan graves problemas para su correcta datación. Muchos de estos problemas no son exclusivos de Valpuesta, sino que están compartidos por todas las colecciones alto y plenomedievales del Gran Reino de León. La comparación con colecciones en las que el elemento cronológico ha sido abordado de manera sistemática, como son la Catedral de León, monasterio de Sahagún, Otero de las Dueñas o San Pedro de Eslonza, ofrece un abanico de dificultades bastante semejante: incorrecta copia de los numerales romanos, aplicación de sistemas populares en la cuenta del día del mes en sustitución del clásico romano de kalendas, nonas e idus, no concordancia entre el día del mes señalado y la feria de la semana, mención de reyes, condes u obispos como sincronismos de las datas en años que no vivían, etc., etc. Hay, sin embargo una diferencia notoria entre estas colecciones y otras no mencionadas con Valpuesta, y es el número excesivamente alto de documentos que carecen de fecha en ésta: 57 piezas, que alcanzan el 30% de todos los diplomas.