Situada al norte de la provincia de Burgos, lindando con la de Álava, enclavada en ese «pequeño rincón» que se considera como el originario de la vieja Castilla, se encuentra ubicada la localidad de Valpuesta.
En ese lugar, la colegiata de Santa María de Valpuesta ha ocupado un lugar principal en la Historia de Castilla por haber sido cabeza de un obispado durante casi tres siglos (desde el 804 al 1087). Posteriormente la antigua diócesis de Valpuesta fue agregada a la de Burgos, convirtiendo desde entonces su iglesia en colegiata. Las leyes desamortizadoras del siglo XIX, aparte de la transformación de la colegiata en parroquia en 1854, provocaron la desaparición del archivo de Valpuesta, de forma que del período medieval tan solo se conservan dos cartularios -el Becerro Gótico o visigótico y el Becerro Galicano o carolino- y una treintena escasa de documentos rescatados por obispos burgaleses en algunas de sus visitas a la parroquia de Valpuesta durante el siglo XX.
De la antigua pujanza de la diócesis de Valpuesta, la colegiata de Santa María es probablemente el monumento más representativo. Se trata de un conjunto de edificios y dependencias construidos en diferentes momentos. La iglesia es considerada una verdadera iglesia catedral por sus dimensiones y magníficas de líneas arquitectónicas.